La creación oficial de la Biblioteca se realizó durante el gobierno del general Francisco Cañedo, al aprobar la Legislatura presidida por el señor Maclovio Castellanos el Decreto 44, el 13 de mayo de 1885. En sus dos artículos, el decreto establece tres cosas: que la Biblioteca sería pública, que la Junta Directiva de Estudios debía elaborar la reglamentación respectiva, y la creación de una plaza de bibliotecario con un sueldo anual de 240 pesos. Especialmente relevante es lo primero, porque significó el nacimiento legal de la primera Biblioteca pública del estado de Sinaloa, carácter que mantiene hasta la actualidad.

El 18 de julio de 1885 el doctor Ramón Ponce de León, en su carácter de secretario de la Junta Directiva de Estudios, expidió el Reglamento de la Biblioteca Pública del Colegio del Estado, el cual contiene todas las disposiciones a que estarían sujetos el personal del establecimiento (inspector, bibliotecario y mozo de aseo) y los usuarios.

Según este Reglamento, la inspección de la Biblioteca la haría el director del Colegio Rosales la cual incluía: cumplir y hacer cumplir el Reglamento, visitar la Biblioteca cuando se requiriera, informar sobre las faltas en la marcha y servicio para imponer las penas correspondientes, indicar a la Junta las mejoras requeridas y rendir ante la misma un informe anual sobre el estado de la misma.

En marzo de 1886 se nombró bibliotecario del Colegio Rosales a Celso Gaxiola, quien posiblemente fue la primera persona en asumir este cargo de manera oficial. Desde el principio, Gaxiola trabajó con ahínco en la elaboración del primer catálogo siguiendo el método alfabético de los títulos de las obras, misma que se concluyó en septiembre de ese mismo año, reportándose 491 títulos y 1,801 volúmenes. Desde su creación legal hasta la actualidad, la Biblioteca ha sido parte de la vida de la institución rosalina en sus distintas etapas: Colegio Rosales (1874-1918), Universidad de Occidente (1918-1922), Colegio Civil Rosales (1922-1937), Universidad Socialista del Noroeste (1937-1941), Universidad de Sinaloa (1941-1965) y Universidad Autónoma de Sinaloa (desde 1965 hasta nuestros días).

En el marco del 75 aniversario de la fundación del Liceo Rosales, en 1948 la Universidad de Sinaloa le rindió un merecido homenaje al Lic. Eustaquio Buelna Pérez, el cual consistió en la imposición de su nombre a la Biblioteca pública. A finales de la década de 1950 y principios de la de 1960, empiezan a surgir las bibliotecas de las escuelas y facultades, y a ello se debe que a la Biblioteca pública se le empiece a llamar Central.

Fue en la gestión rectoral del licenciado Jorge Medina Viedas (1981-1985) cuando se incluyó en el Plan Universitario de Desarrollo la dotación de un edificio para la Biblioteca pública y, con ello, da inicio su proceso de modernización; ya que desde su fundación había venido funcionando en el Edificio Central. El proyecto no se realizó en los tiempos y de la manera como se planeó originalmente porque el rectorado de Jorge Medina Viedas enfrentó un problema con el gobierno estatal, Antonio Toledo Corro, quien pretendió, entre otras cosas, quitarle a la UAS sus escuelas preparatorias; hecho que trajo como consecuencia una crisis financiera en la institución.

Pese a la problemática, en el rectorado de Jorge Medina se logró un importante grado de avance del proyecto de construcción, mismo que continuó el rector Audómar Ahumada Quintero (1985-1989) hasta lograr su inauguración el 11 de septiembre de 1987. La fecha fue histórica para la UAS porque, además de la declaratoria de apertura de la nueva sede de la Biblioteca, el corte del listón por el gobernador Francisco Labastida y el rector de la UAS, fue el acto simbólico con que dio inicio una era en las relaciones entre la UAS y el poder estatal en la que se puso fin a los conflictos recientes que se habían vivido.

A continuación se muestra la lista de los directores de la Biblioteca Central «Lic. Eustaquio Buelna», desde de 1987 hasta la actualidad: